SAN PABLO, Brasil.- El presidente portugués, Marcelo Rebelo de Sousa, se reunió en San Pablo con el ex mandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, e ignoró así el enojo que el sólo aviso de ese encuentro le causó al gobernante Jair Bolsonaro.
Jair Bolsonaro no descartó ofrecerle asilo político a Jeanine ÁñezLa entrevista con Lula, que fue presidente de Brasil de 2003 a 2011 y ahora es el favorito para ganar las elecciones de octubre, frente a Bolsonaro, llevó al líder de la ultraderecha a “cancelar” una audiencia oficial con Rebelo de Sousa, en Brasilia.
El líder portugués mantuvo su agenda y recibió a Lula en la sede del Consulado portugués en San Pablo, adonde el ex presidente brasileño acudió junto con quien fuera su canciller, Celso Amorim, uno de los responsables de la redacción del capítulo de relaciones exteriores del programa de Gobierno que presentará al electorado.
Lula mantiene la ventaja sobre Bolsonaro en las encuestasTras el encuentro con Lula, Rebelo de Sousa tenía previsto hacer otra visita a la Bienal del Libro de San Pablo, en cuya inauguración participó el sábado, y que este año está dedicada a Portugal, con motivo del bicentenario de la independencia de Brasil de ese país, que se celebrará el 7 de septiembre.
La Presidencia portuguesa no precisó si Rebelo de Sousa tiene previsto regresar a Lisboa, pues su agenda antes de llegar al país incluía un viaje a Brasilia, hoy, que finalmente no se concretará.
El mandatario portugués llegó a Brasil el sábado e hizo una primera escala en Río de Janeiro, donde participó en una ceremonia conmemorativa del centenario de la primera travesía aérea sobre el Atlántico, realizada en 1922 por dos pilotos lusos.
Jair Bolsonaro negó haberle pedido a Joe Biden ayuda para la reelecciónTambién aprovechó para zambullirse en las aguas del Atlántico en la playa de Copabacana, por donde dio un paseo antes de iniciar su agenda oficial.
Allí conversó con periodistas y le restó importancia a la decisión de Bolsonaro de cancelar la reunión prevista para hoy, y garantizó que ese hecho no afecta la relación entre ambos países, pues trasciende a los gobiernos y en realidad pertenece “a los pueblos”.
Bolsonaro viene haciendo planteos contra el sistema electoral de Brasil, cada vez más virulentos a medida que las encuestas dan como ganador a Lula, y ha llegado incluso a insinuar que no aceptará un resultado que no le sea favorable y que apelará a las fuerzas armadas para defender su postura.
Ante esto, Lula reiteró, el sábado, que no tolerará amenazas contra las instituciones y que las fuerzas armadas deben comprometerse con la democracia. “Es necesario superar el autoritarismo y las amenazas antidemocráticas. No toleraremos ningún tipo de amenaza contra las instituciones que representan el voto popular”, dijo Lula en un discurso en la ciudad de Salvador de Bahía. Otros candidatos también asistieron al acto de celebración de la independencia del Estado de Bahía, entre ellos el propio Bolsonaro.
Los altos mandos militares han dicho que las fuerzas armadas de Brasil respetarán cualquier resultado de las elecciones, pero ciertos oficiales se hicieron eco de los comentarios de Bolsonaro sobre las posibles debilidades del sistema de votación del país.
El ex capitán del Ejército y ahora presidente, colocó a varios militares en puestos clave que tradicionalmente han sido ocupados por civiles en el Gobierno. En mayo sugirió que los uniformados deberían llevar a cabo su propio recuento de votos paralelo junto con el tribunal.
El mandatario amenaza desde el año pasado con no aceptar los resultados de las elecciones de octubre, y ha intentado sin éxito hacer una enmienda constitucional al método de votación, abogando por el regreso a un sistema de papeletas. Sus razones para estas acciones se basan en continuas y no probadas denuncias de fraude en el sistema de votación electrónica.
Lula dijo en el acto del sábado: “Es necesario restablecer un ambiente de estabilidad política, económica e institucional que dé confianza y seguridad a las inversiones que interesan al desarrollo del país”.
Defendió la importancia de los militares para el país, y subrayó que deben tener un compromiso con la democracia. “El Brasil independiente y soberano que queremos no puede renunciar a sus fuerzas armadas. No sólo bien entrenadas y equipadas, sino, sobre todo, comprometidas con la democracia”, señaló.
Lula obtuvo un 47% de apoyo frente al 28% de Bolsonaro en una encuesta de opinión de Datafolha publicada a fines de junio. (Reuters)